Las cifras más actualizadas de Estados Unidos, indican que una de cada 68 personas está siendo diagnosticada con autismo. Se trata de una condición que se produce con más frecuencia de lo pensado, pero que pasa inadvertida. Ante ello, y con el fin de preparar a los académicos para identificar a los estudiantes que pudieran presentar algún grado del espectro autista, la Unidad de Desarrollo Estudiantil de la Dirección de Asuntos Estudiantiles UV, desarrolló el seminario “Autismo: Desafíos para el desarrollo de contextos educativos inclusivos”, que tuvo lugar en la Sala 10 de la Escuela de Derecho.
Según explica Pierina Penna, asistente social, jefa de la Unidad de Desarrollo Estudiantil, “este primer seminario responde al trabajo que viene realizando la Universidad de Valparaíso en materia de inclusión desde 2011. Formalmente, la UV, en virtud de este programa, está generando instancias de sensibilización, en el sentido de que todos, al nivel de la comunidad universitaria, podamos tener un carácter empático, y por otro lado, las disposiciones, tanto de las autoridades, de los académicos y de toda la comunidad, para la inclusión de estudiantes en situación de discapacidad, que tenemos un número aproximado hasta el momento de 36, que a nosotros nos inspira a seguir trabajando a más”.
Desde 2013 a la fecha, la UV ha desarrollado distintos proyectos, que han permitido financiar distintas instancias. Señala Pierina Penna: “Las primeras eran netamente acciones para promover el concepto de inclusión al interior de la Universidad, y este año queremos consolidar el trabajo que hemos venido realizando, generando instancias de capacitación, para académicos, estudiantes y funcionarios, de tal forma que podamos tener mayor cantidad de personas sensibilizadas y con ciertos conocimientos que permitan el abordaje y el trabajo, una intervención un poquito más equitativa, de igualdad de condiciones”.
Proyectos inclusivos
La elección del espacio para el seminario no fue al azar. Según indica la jefa de Desarrollo Estudiantil, “hemos escogido la Sala 10 porque tenemos un proyecto que queremos orientar hacia las mejoras de este recinto, de tal manera de generar una accesibilidad en su distribución, que sea un edificio accesible para todas y todos los estudiantes. Ese es un proyecto que estamos trabajando directamente con Planta Física, y queremos ver la posibilidad de consolidarlo de aquí a fin de año”.
Asimismo, añade que “aparte de los proyectos, hemos adquirido diversos elementos que nos están permitiendo entregar a los estudiantes equipamiento que facilite sus instancias de aprendizaje. Hablo de computadores, software inclusivo, sillas de ruedas, bastones, amplificadores de pantalla. Hemos generado distintas instancias que nos han permitido tener esta posibilidad de apoyar a los estudiantes, y no desde una noción de decir ‘te entendemos, te comprendemos’, sino que desde lo práctico: ‘si tenemos la posibilidad de facilitar algo para que tú puedas rendir adecuadamente en el aula, nosotros lo podemos apoyar’. Los proyectos han permitido que a lo largo de tres años tengamos instancias de capacitación, de sensibilización, podemos ir a terreno, tenemos proyectado salir hacia liceos de Valparaíso que tengan convenio con la Universidad, lo que estamos articulando con el Propedéutico, para generar un sello distintivo, y en ese sentido decir que la Universidad de Valparaíso, además de una oferta académica, es una institución que ofrece instancias en el ámbito de la inclusión”.
El desafío del autismo
Respecto de por qué decidieron abordar el autismo, Pierina Penna explica que fue “porque es un tema que no habíamos trabajado, y que puntualmente era un desafío. Tenemos muchos estudiantes que efectivamente pudiesen tener esta condición del espectro autista, pero que no podemos identificar. Y claro, desde el desconocimiento, se tiende a decir que una persona es extraña, no se comunica, es rara. Eso lo podemos evitar con estas herramientas, que estamos entregando en una primera instancia a los académicos, para que podamos identificar a ciertos estudiantes que pudiesen tener esta condición. Es un desafío”.
Por su parte, Lilia Siervo, educadora diferencial, directora de Apoyo Autismo Chile, entidad que dictó el seminario, valora la realización de la actividad. “El que se desarrollen este tipo de instancias en las universidades es fundamental. Además, es parte de las nuevas políticas que se espera impulsar dentro de las instituciones de educación superior, desde un enfoque inclusivo y tomando en consideración las necesidades y las individualidades de cada una de las personas que forman las universidades”, afirma.
Añade la educadora que se sabe poco y se informa poco sobre el autismo. “Lo que pasa es que el autismo, a diferencia de otras condiciones, no es visible, no tiene características visuales. Cuando tienes por ejemplo personas con movilidad reducida, visualmente ya generan un impacto, sensibilizan a la comunidad. Las personas que están dentro del espectro de la condición del espectro del autismo, por lo general pasan más camufladas”.
Sin embargo, añade, las cosas van mejorando: “De a poquitito, creo que se ha ido formando una cultura más sensible respecto a la condición del espectro del autismo, considerando que las últimas cifras en Estados Unidos indican que una de cada 68 personas está siendo diagnosticada con autismo. Es una cifra no menor, y pasa a ser una minoría, y como toda minoría necesita ser respetada, con sus derechos”.
El seminario
El programa del seminario consideró un saludo de bienvenida del secretario general de la UV, Osvaldo Corrales, y las exposiciones “Autismo, procesamiento cognitivo”, “Qué se entiende por entornos inclusivos en autismo”, “Calidad de vida”, “Barreras” y “Recomendaciones”. El cierre fue con una experiencia vivencial.
El seminario se enmarcó en las iniciativas desarrolladas con el financiamiento del Fondo de Desarrollo Institucional del Ministerio de Educación, y fue dictado por el equipo profesional de Apoyo Autismo Chile.
Fuente: http://www.uv.cl/pdn/?id=6972
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