La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y
la Cultura (UNESCO) declara que la educación es un derecho humano fundamental
que permite ejercitar todos los demás derechos, promoviendo la libertad y
autonomía personal y generando importantes beneficios para el desarrollo de
cada persona. Particularmente a nivel de estudios superiores, en la Conferencia
Mundial sobre la Educación Superior, artículo 1 se expone que el espacio para
formación superior debe “propiciar el aprendizaje permanente, brindando una óptima gama de opciones y
la posibilidad de entrar y salir fácilmente
del sistema, así como oportunidades de realización individual y movilidad
social con el fin de formar ciudadanos que participen activamente en la
sociedad” (Unesco, 1998; 22). Por consiguiente, todas las personas tienen el
derecho de acceder a la educación superior, a contar con material especial y
soluciones educativas para superar las barreras de acceso y mantención en la
educación.
Al
respecto, es menester de los países adscritos a la UNESCO cumplir con lo
expuesto en la Conferencia Mundial sobre educación Superior, y la mejor manera
– a mi juicio – es apuntar hacia una
educación de tipo inclusiva, orientado a proporcionar respuestas apropiadas a
la diversidad de características y necesidades educativo formativas de los
estudiantes (Moriña, 2004). Bajo este contexto, en Chile se han desarrollado
las siguientes acciones: en primer lugar, la creación de la Red de Educación Superior Inclusiva (RESI),
cuyo objetivo es articular una red de trabajo que fortalezca el desarrollo de
la educación superior incluyendo a personas con discapacidad, además de
producir conocimientos que optimicen la integración e inclusión en los
distintos niveles y modalidades educativas; en segundo lugar Encuentros Regionales de Educación Superior
Inclusiva, en los que participan diferentes instituciones del país que
buscan fortalecer la inclusión y atención a la diversidad; y en tercer lugar, Plan de Continuidad para estudiantes con
Discapacidad en Educación Superior, dirigido a estudiantes con discapacidad
auditiva y física (Senadis, s.f). Finalmente, el último avance en materia de
inclusión corresponde a la publicación de una especie de manual titulado “En el
camino a la educación superior en Chile”, en el año 2014, donde se entregan
fundamentos y adecuaciones curriculares para estudiantes con discapacidad
sensorial o motora.
Como
se ha expuesto en los párrafos anteriores, el sistema educativo en Chile está
comenzando a contemplar la diversidad en sus aulas. No obstante, la mayoría de
las acciones que se han desarrollado apuntan a incluir a personas con
dificultades más bien de tipo sensorial o motora, y a que estas tengan acceso a
la educación, no así a necesidades educativas especiales o personas con alguna
condición diferente, como es el caso del Trastorno del Espectro del Autismo
(TEA), ni tampoco a las adecuaciones necesarias para la integración e inclusión
de estas personas al sistema regular de educación superior.
Las
personas con TEA, tienen grandes dificultades en aspectos que influyen en su
calidad de vida, como la interacción social con otras personas, la comunicación
de ideas y sentimientos y la comprensión de estados mentales, es decir, la
comprensión de lo que los demás sienten o piensan (National Research Council,
2001). Por este motivo, los conflictos a los que se enfrentan en un contexto
social, como el de la universidad o instituto profesional, son principalmente con
sus compañeros y docentes, por ejemplo, dificultades para encontrar un grupo de
trabajo, o aislamiento a la hora de los almuerzos, entre otros. Además de
homogeneidad en la entrega de contenidos y la evaluación de estos, sin
considerar las diferencias que pueden existir en todo el estudiantado.
Por lo tanto, las
oportunidades de educación para niños, jóvenes y adultos dentro del espectro
del Autismo son escasas, y constituye uno de los principales temores y
preocupaciones en sus padres. En este ámbito, se encuentran diferentes
dificultades a lo largo del ciclo escolar de estas personas, mientras que para
la educación básica y media el acceso a la escolarización regular o con
proyecto de integración es muy difícil, debido a los pocos cupos que entrega el
gobierno por subvención; en estudios superiores, se enfrentan nuevas barreras,
las limitaciones sociales y la falta de adecuaciones curriculares y manejo de
estilos de aprendizaje por parte de los docentes del establecimiento
educacional. Por tanto, en la educación superior el problema no será que no
quieren aceptar a mi hijo por su diagnóstico o condición, sino, serán estas
barreras sociales las que impedirán que el proceso educativo sea como tiene que
ser.
Dado lo anterior, es necesario que las
entidades educacionales en estudios superiores, ya sea institutos o
universidades, públicas y privadas, no solo adecuen su infraestructura para un
mayor acceso a personas con discapacidad, sino también consideren otras
condiciones y diferencias en todo su alumnado, aquellos que tienen necesidades
educativas especiales, como Dificultades Específicas del Aprendizaje (DEA),
Trastornos por Déficit de Atención (TDA), Trastornos del Espectro del Autismo (TEA), y por
supuesto Trastornos Motores y Sensoriales. Para lograr esto, es necesario que
se realicen constantemente campañas de concientización sobre la diversidad en
la comunidad universitaria, que se entreguen conocimientos y capacitaciones a
los docentes sobre estilos de aprendizaje, y la inclusión de modelos educativos
flexibles que atienden a la diversidad como el Diseño Universal de Aprendizaje
(DUA). Posteriormente así, los estudiantes con discapacidad o
condiciones diferentes, podrán tener las mismas oportunidades que estudiantes
sin discapacidad para desarrollar, en base a sus motivaciones e intereses, un
proyecto de vida pleno y en condiciones de equidad.
Por: Daniela Fuentes Velásquez, interna Fonoaudiología
Universidad de Valparaíso, Practica Profesional Apoyo Autismo Chile Epaa.
Referencias Bibliográficas
1.
Achiardi, C., Hojas, A. M., Lissi, M. R., Salinas, M., Vásquez, A,
& Zuzulich, M. S.(2014). En el camino hacia la educación superior inclusiva
en Chile. Santiago: Ediciones UC.
2.
CAST (2008). Universal design for learning guidelines version 1.0.
Wakefield, MA: Author.
3.
Moriña, A. (2004). Teoría y práctica de la Educación Inclusiva. Málaga:
Aljibe.
4.
National Research Council. (2001). Educating
Children with Autism. Committee on Educational Interventions for Children with
Autism. Division of Behavioral and Social Sciences and Education.
Washington DC: National Academy Press.
5.
Senadis. (s.f.). Senadis. Obtenido de http://www.senadis.gob.cl/pag/118/571/educacion_superior
6.
UNESCO. (1998). Conferencia Mundial sobre la Educación Superior: La
educación superior en el siglo XXI. Visión y acción., (pág. 22). París.
7.
UNESCO. (s.f.). UNESCO. Obtenido de
http://www.unesco.org/new/es/education/themes/leading-the-international-agenda/education-for-all/single-view/news/equal_right_equal_opportunity_inclusive_education_for_all/
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