El DSM-5 y la nueva clasificación de los TEA, por Carmen Moreno
Escrito por SALOMÉ
VEGA / 24 de junio de
20130
Presentada por Borja Fanjul, portavoz del PP en la Comisión de
Políticas de Discapacidad de la Asamblea de Madrid, la intervención de
Carmen Moreno se centró en explicar las modificaciones que recoge el nuevo
manual diagnóstico y estadístico DSM V con respecto al autismo.
La doctora Moreno comenzó aclarando que tanto el DSM (EEUU) como el CIE (Europa) son manuales para que las personas que se dedican al ámbito de la salud mental consigan encontrar un lenguaje común. Por tanto el DSM no es un compendio médico de conocimiento o de saber, es un “mínimo común múltiplo, el mínimo que ponemos todos en común pero todo los demás queda absolutamente fuera”.
Pese a estar dirigido especialmente a la investigación, la
doctora Moreno advirtió que el DSM-5 es utilizado,
no sólo por médicos, psicólogos y terapeutas, también por
pedagogos, educadores o compañías de seguros y muchas veces “su uso no es
estrictamente médico y se puede utilizar mal”.
Evolución del Manual de
diagnóstico y estadístico DSM
A partir del consenso de un grupo de expertos, este Manual
recoge una serie de criterios diagnósticos que definen y describen
distintas enfermedades basándose en la experiencia clínica y comprobados
mediante estudios de campo.
Desde la primera edición de este Manual, en 1952, los
comportamientos asociados al autismo estaban incluídos dentro de las
reacciones esquizofrénicas y así se mantuvo hasta la publicación
del DSM III, en 1980, cuando se comenzó a hablar de autismo infantil
y en 1987 en el DSM III R ya se recogió el ”trastorno autista”.
En 1994 la publicación del DSM IV introdujo las categorías de
“Asperger” y el “TGD no Especificado”- que supuso el reconocimiento de
diferentes niveles de inteligencia en el marco del autismo. De esta
forma podían quedar reflejadas estas diferencias a la vez que
se facilitaba la investigación de este tipo de trastornos.
En total el DSM IV recogía la siguientes diagnósticos: Trastorno
desintegrativo de la infancia, Enfermedad de Rett, Trastorno generalizado del
desarrollo no especificado, Síndrome de Asperger y Trastorno Autista.
Novedades del DSM-5
Carmen Moreno recordó que el manual DSM-5 está dirigido a la
investigación aunque su uso se adapte a la práctica clínica o a otros
campos como el de los seguros.
Moreno destacó que en esta última revisión los expertos han
pretendido que el diagnóstico se pueda adecuar a la evolución del
trastorno durante toda la vida de la persona, por eso se reduce el número de
diagnósticos y se engloban todos dentro de Trastornos del Espectro del
Autismo “TEA”. Se pretende así facilitar el diagnóstico, teniendo en
cuenta la heterogeneidad de los subgrupos que recoge el DSM-5, y evitando
que algunas características y comportamientos particulares que permiten
la descripción clínica se conviertan en conviertan en determinantes del
diagnóstico. En este sentido la doctora Moreno puso como ejemplo
características como el CI o el momento en el que se comienza a hablar.
El DSM-5 también reduce el número de dominios
sintomáticos, de
los tres que recogía el DSM IV, a dos grupos:
·
Grupo
1: Comportamientos, intereses y actividades repetitivos y
restringidos
·
Grupo
2: Alteraciones sociales combinadas con alteraciones en la
comunicación.
Se elimina por tanto el retraso en la
adquisición del lenguaje por considerarse poco específico y se incluyen en
el Grupo 1 lasalteraciones sensoriales dentro del diagnóstico.
Los trabajos que se han realizado aplicando estas modificaciones
han reflejado un incremento del nueve por ciento en los falsos
positivos, con respecto a la utilización los tres dominios
sintomáticos que recoge el DSM IV mientras que el porcentaje de
falsos negativos se mantiene en los mismos niveles.
La última revisión del Manual de
Diagnóstico recoge explícitamente que aquellas personas que estén
diagnosticadas con trastorno autista, síndrome de Asperger o TGD no
Especificado deben recibir eldiagnóstico de TEA. Y que aquellos
individuos que presenten déficits importantes en la comunicación social pero
que no cumplan el resto de criterios de TEA serán incluídos en otra categoría
denominada“Trastorno de la Comunicación Social”.
El DSM-5 otorga una especial importancia
en el diagnóstico a losespecificadores. Se deberá detallar por ejemplo la
existencia dediscapacidad intelectual (incluyendo la estimación de capacidad
verbal y no verbal), Alteración
en el lenguaje (no
verbal, palabras sueltas, frases, lenguaje fluído y a parte lenguaje expresivo
y comprensivo), Enfermedades ( médicas, genéticas o factores
ambientales asociados), Asociación
con otros trastornos (del
neurodesarrollo, mentales o del comportamiento), Catatoniay Gravedad (clasificando en tres niveles las
dificultades en los dos grupos de dominios sintomáticos).
La consideración de la gravedad como criterio
diagnóstico y como especificador ha despertado cierta controversia. Carmen
Moreno señaló que “los niveles de gravedad no tienen en cuenta áreas como los
aspectos sensoriales y el nivel mínimo de gravedad (el 1) es
considerablemente más alto, implica más discapacidad, que el
criterio mínimo para el diagnóstico”.
Según destacó la psiquiatra, “la idea de esto es que la gravedad
sea temporal para poder monitorizar lo que la persona necesita en cada momento”
pero, según la doctora Moreno, “también sabemos el nivel de variabilidad
que tienen las personas con autismo que es un poquito pero que tampoco es
comparable con la de otros trastornos psiquiátricos”.
Con respecto a las especulaciones sobre la posibilidad de que el
DSM-5 implique una pérdida de diagnósticos de autismo la doctora Moreno se
mostró tranquila y aseguró que los estudios previos que se han realizado no
recogen modificaciones importantes en este sentido.
Carmen Moreno finalizó su ponencia apostando por”reflexionar
sobre una forma sensata de organizar los diagnósticos de ahora en adelante” y
reiteró sus dudas sobre si un diagnóstico debe corresponderse con el acceso a
un determinado servicio y aseguró que “eso no va a beneficiar a nadie”. “Hay
que estudiar cada caso particular y será un avance fundamental que el entorno
médico pueda realizar un refrendo de los diagnósticos que hasta ahora han
venido haciendo educación o servicios sociales, una ventaja que tenemos que
seguir haciendo”.
http://www.autismomadrid.es/autismo/el-nuevo-dsm5/
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