sábado, 6 de junio de 2020

Vida Adulta: Escribiendo el guión de mi propia vida




Vida Adulta: Escribiendo el guión de mi  propia vida

Por Lilia Siervo Briones.

Educadora Diferencial

El ser adulto implica en gran medida, ciudadanía, no obstante, ¿a qué nos referimos con ciudadanía o el ser ciudadano?

El ser ciudadano implica por un lado, participar activamente en la vida social, política y económica de una comunidad y de la sociedad, y por el otro, que se reconozcan sus derechos y como ponerlos en práctica. En la vida adulta, el derecho al trabajo, a la vivienda, vida independiente, a la igualdad y no discriminación.

No obstante, para que la persona con Autismo pueda ejercerla en plenitud, se hace necesario el acompañarle a lo largo de su vida en función de los apoyos  que requiera, así como el escuchar íntimamente tanto a la propia persona como a su  familia, orientando y acompañando, no desde el rol del profesional  experto, sino desde la igualdad.

Para ello, nos enfrentamos a una serie de retos los cuales  tienen relación con la construcción y la promoción de un camino dotado de experiencias, en  comunidad, con el otro, junto al otro.

Es así entonces, cuando hablamos de vida  adulta, la invitación está puesta en incrementar la experiencia vital de la persona, así como promover una  vida plena elegida; y por otro lado, el apoyarle para que pueda ejercer su derecho en tres niveles: Tener una vivienda, Ocupación con sentido y  Relaciones significativas; todo esto tomado de la mano del contexto.

No obstante, y lamentablemente, aún hay muchas personas adultas con autismo invisibles, por lo que se debe garantizar por una lado la presencia y participación, así como un modelo de vida independiente en la comunidad, para ello, se debe contar con la implicancia absoluta de la propia persona y su familia, garantizando  su derecho a elegir y el empoderamiento social.

En tanto, el derecho a elegir, se ejerce por medio de la autodeterminación, la cual  se encuentra relacionada con la toma de decisiones, y es parte de las 8 dimensiones de calidad de vida. La autodeterminación, juega un papel determinante cuando hablamos de vida adulta, ya que da coherencia a cada una de las otras dimensiones, transformándose en una dimensión absolutamente transversal.

Es así entonces, y de manera general, la autodeterminación tiene relación con la propia identidad, en qué medida la persona es  protagonista de su  propio cambio, y como gestionar las acciones para conseguir objetivos vitales.  Por tanto, los principales indicadores para medir la autodeterminación tienen relación con la  autonomía, relaciones sociales, ser constante, la disponibilidad de estrategias, el auto conocimiento, y el ejercicio de derechos.

La autodeterminación, como señala Fausto García (2020), es lo que une el pastel de la buena vida, pero ésta se ejerce,  junto a cada una de las personas que forman parte de la vida de la propia persona con Autismo.

Es por ello, que el desafió está puesto en  observar y escuchar a la persona y su familia,  vinculando a la comunidad y trabajando  sobre evidencia; así mismo, será necesario revisar nuestras creencias, y lo más necesario, que las personas quienes les apoyan, crean.

En la vida adulta, se deben proporcionar todas las  herramientas necesarias para que puedan poner en marcha conductas auto determinadas, y los contextos, ofrecer oportunidades de ser auto determinado. Por lo tanto, debiéramos preguntándonos ¿qué oportunidades estamos dando para realizar elecciones  reales? ¿Estamos generando condiciones para que las personas participen  en la toma de decisiones? Para ello, existen elementos que nos permiten medir el impacto de determinados indicadores, los cuales  nos ayudará a tomar decisiones respecto  a la elección de modelos de servicios, o modelos de programas que puedan contribuir a la autodeterminación.

El poder elegir y decidir respecto a los aspectos relevantes de nuestra  propia vida, es una cuestión de derecho, de ética y de respeto  a la  identidad, con todas las diferencias como individuo. Por tanto, el punto de partida es el reconocimiento de la dignidad de la persona con Autismo, la cual se construye por medio del reconocimiento de manera individual y colectivamente. No obstante, nuestra actitud puede dañar la dignidad de las personas, a través del mal reconocimiento, el desvalor, apartarla del grupo, marginarla, y la invisibilidad; lo cual conlleva a la discriminación. La dignidad tiene relación con el reconocimiento como ser humano, el reconocimiento de sus capacidades, y el reconocimiento social.

En tanto, el rol del profesional o de la persona que presta los apoyos (el cual sin duda contribuirá al buen reconocimiento), como señala Ana Carratalá (2020), debe cumplir con una serie de virtudes, tales como: Reconocer a esa persona como un conjunto y no fragmentada. La confianza y la esperanza, por medio de una relación horizontal. Simpatía y buen humor durante el acompañamiento. La humildad para aprender, estar abierto y respectivo.

La aspiración de toda persona a tener una vida feliz, es igualmente una aspiración para las personas adultas con Autismo, y el deber que tenemos como comunidad de garantizársela, dinamizando todos los recursos, encadenando experiencias ricas, trazando metas y ofreciendo oportunidades de autodeterminación pero con sentido.

Sin embargo, las personas con Autismo y/o discapacidad, han sido las más olvidadas, y en la medida que logremos el ejercicio pleno de sus  derechos a participar, el hacer elecciones, tener control respecto a los aspectos relevantes de su vida y a tener una vida feliz, es establecer las bases de la justica y la dignidad humana.  

Por lo tanto, ¿cuál es nuestra misión como comunidad, profesionales, y familias?, ¿Qué estrategias podemos poner en marcha? Cuando hablamos de vida adulta, se hace necesario trabajar para el cambio social y la gestión de apoyo, así como cambiar los entornos para que tenga un impacto en la calidad de vida de la persona.

  • Promover la calidad de vida,  ofreciendo  herramientas para poner  en marcha los proyectos vitales personales.
  • Implicar a las personas con Autismo y/o Discapacidad en la organización.
  • Desarrollo de metas personales.
  • Mirar el impacto de cada dimensión de Calidad de Vida,  en la vida de la persona.
  • Generar oportunidades de participación en la comunidad
  • Derecho de la persona a decidir
  • Acompañarle en la toma de decisiones
  • Trabajar en la comunidad, desintitusionalizando  a las personas.

    Ser hombre, implica dirigirse hacia algo o alguien distinto de uno mismo, bien sea para realizar un valor, bien para alcanzar un sentido o para encontrar otro ser humano. Viktor Frankl. 

   Resumen Jornadas Técnicas Avanzando en Apoyos para la Vida Adulta. Autismo Sevilla 2020

 


miércoles, 13 de mayo de 2020

Autismo y Género



                                                                                       

Entrevista realizada a Angélica Gutiérrez por Lilia Siervo.

Angélica es Diplomada en Trabajo Social, Licenciada en Antropología, Máster en ciencias sociales e intervención social y se encuentra en la actualidad terminando el doctorado en ciencias sociales. Desde hace diez años trabaja en una asociación de padres de personas con autismo en Sevilla, España. Autismo Sevilla. 

Angélica cuéntanos, ¿cómo llega una antropóloga a interesarse por el autismo?

Pues mira, como siempre lo mejor en la vida ocurre por casualidad. Así empecé a trabajar como trabajadora social en Autismo Sevilla para cubrir una baja de maternidad con un contrato de cuatro meses y llevo diez años... yo siempre he sido muy inquieta, me ha gustado mucho leer, y por eso tenía claro que mi proceso de formación no quedaría ahí, así que estudié antropología y  ello me permitió empezar a ver las cosas de otra forma. Siempre me interesaron los aspectos del género y como estas cuestiones se construyen de manera diferenciada en las sociedades, como funcionan los estereotipos, como sancionamos los comportamientos que no se ajustan a lo que esperamos... aplicar esta mirada al autismo fue cuestión de tiempo.

 ¿Cómo se produjo ese salto?

 Pues mira, atando cabos. Yo por mi trabajo había leído mucho sobre autismo, las características básicas, las dificultades más habituales, siempre desde una perspectiva médica, una visión muy clínica del autismo. Esos discursos y prácticas profesionales me parecían muy interesantes pues dan una imagen del autismo muy medicalizada. Al mismo tiempo en nuestra organización seguimos el modelo social de discapacidad, la idea de que la discapacidad no se encuentra en la persona sino en las posibilidades de su entorno para comprender las necesidades de la persona y proporcionar los ajustes y apoyos necesarios. Ambas visiones me parecía que eran contradictorias y sin embargo esos discursos conviven con toda naturalidad. Esto me hizo pensar en que el autismo desde esa visión médica, se sitúa en la persona, en la que se identifican los síntomas y que es prácticamente recortada de su entorno social más próximo, lo que hace que se pierda una información muy valiosa. Por esto empecé a leer a Olga Solomon, a Richard Grinker, Nancy Bagatell, precisamente para recuperar esa visión del autismo más amplia incluyendo al entorno. Pensar el autismo situado en el entorno hace ver que en cada sociedad, en cada cultura el autismo tiene rasgos distintivos, se evidencian matices importantes y que son muy ricos para proporcionar apoyos más ajustados a la persona, y que sean respetuosos con la diversidad cultural.

 ¿Y entonces el género?

 Eso fue un segundo paso. Primero reflexioné con muchas lecturas sobre el autismo como experiencia vital que es evidentemente modelada por la cultura y de ahí las variaciones a nivel de presentación en diferentes países y los estudios transculturales que lo avalan, como es el caso de Pamela Block & Fátima Cavalcante (2012) en Brasil; Sotgiu (2011) en Cuba; Chamak (2008) en Francia; Daley (2002, 2004) en India; Bilu & Goodman (1997) y Vogel & Reiter (2003, 2004) en Israel; Cola & Crocetti (2011) y Ariel Cascio (2015) en Italia; Haldane & Crawford (2010) en Marruecos; Poon (2011) en Singapur y R. R. Grinker (2012) en Sudáfrica y Corea del Sur (Grinker & Cho, 2013; Kang-Yi, Grinker & Mandell, 2013). Y luego precisamente por interesarme cuestiones de género e intersectionalidad empecé a leer investigaciones en las que la variable género en el autismo se convertía en un elemento de análisis. Porque tiene sentido pensar que si la experiencia del autismo es vivida de forma diferente en Marruecos, India o Cuba, tiene sentido pensar que la experiencia del autismo en hombres y mujeres también cuenta con matices de carácter cultural que rara vez se tienen en cuenta.

 Y te introduces en ese campo analizando los estereotipos de género, ¿cómo fue ese proceso?

 Efectivamente, la manera más adecuada para realizar esa inmersión era a partir del análisis de los estereotipos asociados a conductas masculinas y conductas prototípicamente femeninas. Simon Baron-Cohen publica un estudio en el que afirma que analizando las diferencias entre los cerebros masculinos y femeninos se puede conocer más sobre el (Baron-Cohen, S. Knickmeyer, R. C. & Belmonte, M. K.; 2005). Su propuesta se basa en que en la población neurotípica, las mujeres muestran mayores competencias en el ámbito emocional, frente a los hombres, que puntúan mejor en tareas de sistematización, y que en el caso de las personas con diagnóstico de autismo su perfil cognitivo es masculino, ya que muestran mayores competencias en la sistematización que en el ámbito emocional. Claro a mi esto de primeras me chocó mucho porque no sé muy bien como se categorizan competencias masculinas y femeninas y porque también La teoría del cerebro masculino se asienta en un modelo binario de sexo género, que es excluyente entre sí y no contempla la diversidad que sí existe en el mundo social. El género no es excluyente sino que puede ser percibido como un continuum.

 Y el paso siguiente entonces ¿cuál fue?

 Pues mira, la evidencia científica muestra (Gillberg & Wing, 1999; Tidmarsh & Volkmar, 2003) que los varones reciben un diagnóstico de autismo cuatro veces más que las mujeres. Precisamente a causa de la incidencia masculina del trastorno, los estudios tienden a centrarse y generalizar desde la experiencia de hombres (Charman, 2002; Frith, 1996; Fombonne, 2003a; 2003b). Si pensamos en qué miran los profesionales para realizar el diagnóstico, porque lo que se analizan es la conducta observable, hay varias investigadoras que advierten que Davidson (2007:659) “los rasgos del autismo y sus representaciones discursivas están culturalmente codificados como masculinos en lugar de femeninos”. Es decir cuando definimos el autismo como tendencia al aislamiento social Parece ser que es más sencillo detectar determinadas conductas asociadas al autismo en chicos, que suelen ser, propensos al aislamiento social (Hiller et al., 2014), o cuando hablamos de intereses restringidos y comportamientos repetitivos, los chicos parecen tener más dificultades que las chicas (Hartley and Sikora, 2009; Hiller et al., 2014; Lord, 1982; Mandy et al., 2012, citados en Dean, 2017:679). También es más sencillo que puedan mostrar conductas disruptivas y desafiantes (Dhuey and Lipscomb, 2010). Estudios recientes indican que los chicos con autismo muestran más rasgos de hiperactividad y falta de atención en comparación con las chicas en el espectro (Gould and Ashton-Smith, 2011; Hiller et al., 2014, citados en Dean, 2017:679).

 

Teniendo esto en cuenta entonces podemos decir que ¿Los rasgos autistas en las chicas son significativamente menos probables de ser reconocidos que en los chicos?

 Correcto, y ello es debido a que los criterios diagnósticos no están ajustados ni a las variables culturales ni a las variables de género. En USA, por ejemplo, existe un desfase respecto a la edad de diagnostico de niños con autismo, los chicos de raza negra o de comunidades latinas suelen ser diagnosticados en torno a cuatro años mas tarde que los chicos caucásicos. Y lo mismo ocurre con las niñas. Las investigaciones sugieren que los estereotipos de género moldean la manera en la que se perciben las conductas asociadas al autismo (Lai and Baron-Cohen, 2015), con las implicaciones que ello tiene a la hora de acceder al diagnóstico como puerta de entrada para recibir una serie de apoyos terapeuticos y escolares.

 ¿Qué características presentan las niñas en el espectro?

 Las niñas con TEA tienden a internalizar la sintomatología (Mandy et al., 2012; Solomon et al., 2012), y por ello son más propensas a pasar inadvertidas (Dhuey y Lipscomb, 2010; Dworzynski et al., 2012; Hiller, 2016; Mandy et al., 2012). Habitualmente muestran intereses alineados con los chicos neurotípicos (Gould and Ashton-Smith, 2011; Hiller et al., 2014; Kopp and Gillberg, 1992, citados en Dean, 2017:679) y muestran en general intereses especiales que son socialmente aceptados (Gould and Ashton-Smith, 2011). se describe a estas niñas como poseedoras de buenas habilidades interpersonales (Hiller et al., 2014; Lai and Baron-Cohen, 2015; Mandy et al., 2014), y al mismo tiempo son capaces de imitar las conductas sociales de los demás camuflando sus dificultades sociales y sus intereses restringidos (Attwood, 2006; Kopp and Gillberg, 1992). Y que estas características son sean identificadas implica que estas niñas y mujeres reciban un diagnóstico tardío y por tanto un acceso a los recursos en tiempo más extenso.

 ¿Qué implicaciones tiene esto en la atención a las mujeres con autismo?

 Pues yo creo que las implicaciones son multidimensionales porque nos obligan a redefinir o a ajustar los criterios, qué hay  que mirar, y cómo; nos obliga a cuestionar nuestra forma de mirar y a poner en evidencia nuestros prejuicios como observadores, y además, desde mi punto de vista, esta forma de mirar el autismo rompe la separación ontológica que se ha hecho históricamente entre “el autismo” en abstracto, recortado de su realidad social, y el autismo como una característica más de la persona, como parte de su ser. Creo que esta visión enriquece nuestra comprensión del autismo porque además está informada de lo que ocurre en el mundo, no es ajena a la sociedad, por ejemplo a partir de las manifestaciones del movimiento de neurodiversidad y lo que nos dicen las propias mujeres en el espectro sobre sus necesidades, las dificultades que han afrontado y los apoyos que requieren, desde la experiencia en primera persona. Estas experiencias no deben verse como amenazas para la comunidad científica, más bien al contrario, las personas que nos dedicamos a la investigación debemos reconocer la importancia de estas aportaciones y cómo complementan los estudios y los enriquecen, y también porque se trata de una cuestión ética.


¿ Qué interesante este punto, Angélica, creo que esta cuestión la tratas en tu tesis doctoral?

 Si, efectivamente. Mi tesis doctoral es una aproximación a los discursos y prácticas en torno al autismo, para conocer qué significa tener autismo hoy. Para ello, he entrevistado a 45 personas de diferentes perfiles: familias, personas autistas y profesionales, con la idea de triangular qué es el autismo desde todas esas perspectivas. Además analizo críticamente la construcción del autismo como patología, la construcción del conocimiento en el campo del autismo a nivel disciplinario, con sus fuentes en la psiquiatría y en la ciencia médica e introduzco las ideas del movimiento de neurodiversidad, como elemento que viene a complementar una visión medicalizada del autismo. El autismo es una condición que no se da en abstracto, es un hecho social, porque se nos incluye a todos de una u otra manera. Hay autores que indican que el autismo es un conjunto de metáforas sobre la realidad, y a mi particularmente me fascina esa idea, porque el autismo nos informa de cómo somos como sociedad, pero también de cómo hemos sido.

 

Desde hace varios años colaboras con la mesa de mujeres y TEA de AETAPI, la asociación española de profesionales del autismo, ¿nos puedes contar el trabajo que realizas?

 La mesa está compuesta por mujeres que trabajamos en diferentes ámbitos, también en la intervención directa y en servicios de diagnóstico. El objetivo principal de esa mesa de trabajo es precisamente visibilizar y promover una mejor detección en los profesionales una mejor detección y para ello generamos en 2018 una guía de buenas prácticas para que mejore el conocimiento de las necesidades de niñas y mujeres y por tanto la práctica profesional. Hay un blog donde hemos colgado diferentes materiales precisamente para divulgar estas cuestiones y que poco a poco podamos ir mejorando en esto.

 ¿Cuáles son las principales preocupaciones de esta mesa de trabajo?

 Nos preocupa mucho la detección tardía y por tanto el acceso tardío a los apoyos y recursos, pero también nos preocupa mucho las repercusiones que tiene esa falta de diagnóstico, en el largo plazo. Nos contactan muchas mujeres con trayectorias largas de enfermedades y patologías mentales, que han sufrido un peregrinaje tremendo hasta llegar al diagnóstico, hasta el punto de haber desencadenado otras patologías, sobre todo trastornos de ansiedad, trastornos de conducta alimentaria, que pueden deberse a esa falta de comprensión de la persona y de sus necesidades.

 Parece que hay mucho trabajo por delante, ¿qué opinas al respecto?

 

Pues efectivamente hay mucho trabajo que hacer y pasa precisamente por realizar estas adaptaciones y ajustes a las pruebas diagnósticas, pero también por generar conciencia sobre la particularidad de cada persona. Frente a visiones homogéneas del autismo y de sus características, tenemos que tener muy presente que cada persona es única y cuenta con una serie de singularidades que deben ser vistas de manera holística, en interacción con los demás y con su entorno, porque las personas autistas no viven solas en este mundo, vivimos todos juntos en interacción y por ello es fundamental tener esa visión del contexto. Me quedo con que parece que vamos por buen camino...

 

Muchas gracias por todo Angélica

Un abrazo fuerte!!


Directora de Fundación Apoyo Autismo Chile: “Este tiempo nos ayuda a ponernos en los zapatos de los autistas” tomado de Portal Inclusión






En tiempos de coronavirus, las personas con el espectro autista son una población directamente afectada debido a los cambios de rutina que esto significa, lo cual influye en su comportamiento habitual.
“Vivimos siempre con una serie de ilusión de control, pero esta pandemia nos pone en una situación real de vulnerabilidad”, expone el doctor Daniel Valdez, terapeuta y coordinador de equipos de tratamiento de personas con autismo. “Todos tenemos ansiedad, somos vulnerables ante esto, pero cuando consultan sobre las conductas por los cortes de rutina, las crisis severas y cuando hablamos de los apoyos, las personas con autismo no están destinadas a estas crisis”, agrega.
La fundadora y directora de la Fundación Apoyo Autismo Chile, Lilia Siervo, a través de la transmisión en vivo desarrollada vía Instagram con el doctor Daniel, expresa que estamos en un contexto de mucha incertidumbre “sin saber qué va a pasar más adelante y eso genera estrés. De alguna forma es lo que viven día a día las personas con autismo”, añadiendo que “este tiempo nos ayuda a ponernos en los zapatos de los autistas”.
Así mismo, ambos plantean que lo principal es partir pensando en la persona con autismo en toda su individualidad para ayudarla frente a este tipo de crisis, expresando que es necesario que se tome “la dimensión de esa problemática desde el punto de vista ontológico, es decir, de lo que la persona siente y de su propia experiencia”, según el doctor Valdez y que “el punto de partida siempre es conocer a profundidad a la persona”, según Lilia Siervo.
Por otro lado, Valdez afirma que el trastorno del espectro autista plantea la diversidad dentro de lo diverso y que “es clave trabajar con evaluación del desarrollo más allá de la etiqueta diagnóstica. Sin la evaluación del desarrollo es imposible tener en cuenta qué necesita cada persona”. Esto se puede analizar a través de los contextos, el desarrollo, la dimensionalidad y los apoyos (CODDA).
Finalmente, el doctor Daniel Valdez habla de un material que adaptó al español junto con algunos colegas, para las personas con condiciones del espectro autista y sus familias en tiempos difíciles.




domingo, 29 de enero de 2017

Resguardo y Defensa de derechos de las personas con la Condición del Espectro

Extracto Jornada realizada por Isabel del Hoyo de la Asociación Autismo Cádiz, celebrada en la Asociación Autismo Sevilla.
Por: Lilia Siervo Briones, Educadora Diferencial

"La mente es como un paracaídas, no sirve sino se abre". Albert Einstein 

Resultado de imagen de mente abierta


Toda organización debe trabajar para favorecer aspectos relacionados con el resguardo y la defensa de derechos de las personas con la Condición del Espectro del Autismo, en donde no se puede  olvidar que el sentido de todo nuestro trabajo son las personas.
Así mismo, se hace necesario romper con  modelos mentales que solo generan prejuicio tal como: todas las personas con Autismo se auto agreden o que son siempre niños.
Para ello, debemos brindar oportunidades para que la comunidad conozca a  la PERSONA que existe tras la etiqueta e ir rompiendo con los modelos metales preconcebidos.
Por tanto, se requiere comprender que las personas con la Condición poseen derechos y que se les debe brindar todas las oportunidades para que participen en la toma de decisiones respecto a su plan personal favoreciendo de esta manera su autodeterminación y  calidad de vida.
Por otro lado, la atención de la persona con Autismo ha cambiado a lo largo de los últimos años, donde transitamos en un primer momento de un modelo médico, a un modelo  educativo y actualmente al modelo de ciudadanía.
El modelo de ciudadanía trabaja en base a los derechos de las personas con discapacidad por medio de una mirada positiva, con respeto y dignidad  así como  en igualdad de condiciones.
Por consiguiente, cuando hablamos de  ciudadanía debemos evocar conceptos tales como  colaborar, participar por medio de los planes personales y ejercer el derecho de demandar, pedir y exigir.
Las claves del nuevo paradigma están centrados en valores, tales como:

  1.          Autonomía
  2.         Inclusión
  3.         Relaciones significativas


En el modelo social o modelo de ciudadanía quien tiene la voz son las personas con Autismo por medio de su plan personal e individual ejerciendo su derecho de tomar sus propias decisiones con apoyos.


“La vida de una persona con discapacidad tiene el mismo sentido que la vida de una persona sin discapacidad. En esta línea, las personas con discapacidad remarcan que ellas tienen mucho que aportar a la sociedad, pero para ello deben ser aceptadas tal y cual son, ya que su contribución se encuentra supeditada y asimismo muy relacionada con la inclusión y la aceptación de la diferencia” Maldonado (2013)

Referencia
Maldonado, V. (2013). El modelo social de la discapacidad: una cuestión de derechos humanos. En http://revistas.uned.es/index.php/RDUNED/article/viewFile/11716/11163. Tomado el 29 de Enero de 2017.




viernes, 9 de diciembre de 2016

Material respetuoso del perfil de aprendizaje

Por medio de material adaptado y comprensible para la persona con Autismo, incrementamos la comprensión y hacemos el entorno más comprensible.
Acá les dejamos material diseñado por el equipo de Apoyo Autismo Chile, desde horario visual hasta categorías semánticas.



miércoles, 26 de octubre de 2016

Una voz para todos


¡Una voz para todos!

Es parte de una Iniciativa de Derechos de Comunicación, cuyo objetivo es promover los derechos de comunicación para todos los individuos con autismo.
En Estados Unidos se realizó una demanda por no respetar el derecho de niños/as con Autismo a comunicarse de la manera que ellos mejor pueden ¡La comunicación alternativa y aumentativa! 
La comunicación es un derecho HUMANO y se pone en duda según un reciente estudio  sistemas como ABA,el Departamento de Educación What Works Clearinghouse , después de una revisión exhaustiva de una investigación, encontró que Applied Behavior Analysis - que abarca la Terapia de Comportamiento Verbal, tiene "ningún efecto discernible" en la comunicación o el dominio del idioma en los niños con autismo. De hecho, encontraron que estas intervenciones tienen un pequeño pero negativo efecto en el dominio del idioma. Ya que este, se centra en la formación del niño para decir frases específicas, secuencias de comandos.
No enseña a los estudiantes las habilidades que necesitan para aprender con el fin de expresar sus conocimientos, sentimientos, metas, gustos o disgustos.
"La Comunicación Alternativa y Aumentativa es tan necesaria para ellos como un intérprete de lenguaje de signos es para un estudiante sordo"
Espero que puedan leer y comentar aquello que les ha indicado su experiencia y el hacer durante el trabajo de apoyo para instalar o incrementar la comunicación en nuestros niños, niñas, jóvenes y adultos con Autismo.

Buen jueves!
Lilia Siervo Briones
Educadora Diferencial
Directora Apoyo Autismo Chile Epaa.

Enlace: 
http://autisticadvocacy.org/2016/05/a-voice-for-all-why-im-fighting-to-help-autistic-students-access-the-form-of-communication-that-works-best-for-them/




jueves, 13 de octubre de 2016

Material TEACCH de elaboración Propia

Parte del material que compartimos con nuestros amigos y amigas es creado por el equipo de trabajo de Apoyo Autismo Chile Epaa, bajo el programa TEACCH.
Las nociones básicas de las matemáticas también pueden ser trabajadas y adaptadas para el trabajo independiente y comprensivo de nuestros niños y niñas con Autismo.


Vida Adulta: Escribiendo el guión de mi propia vida

Vida Adulta: Escribiendo el guión de mi  propia vida Por Lilia Siervo Briones. Educadora Diferencial El ser adulto implica en gran med...